Durante su discurso en un desayuno informativo, ha recordado que la extracción de carbón nacional "tiene hoy un horizonte más limitado aún en el tiempo que el de las térmicas". El Principado, ha dicho, trata de trasladar la flexibilización del plazo -que finaliza en diciembre de 2018- a la Unión Europea.

Haciendo alusión al cierre anunciado por Iberdrola de la central térmica de Lada, ha señalado que la clausura "anticipada" de las térmicas supondría una nueva reconversión industrial para Asturias que en este caso afectaría al polo energético formado por las propias centrales, los empleos directos e indirectos, la logística y el impacto sobre el movimiento portuario.

"Por eso conviene estar alerta y pronunciarse con nitidez y rotundidad: precipitar el cierre es un error y perjudicaría gravemente nuestra actividad industrial", ha señalado.

La descarbonización de la economía, ha explicado, equivale a proclamar el fin de la combustión, lo que supone "uno de los mayores desafíos de los próximos años". Si se hace mal, ha advertido, se puede provocar además un alza del precio de la electricidad, tanto para los consumidores domésticos como para los industriales. "¿Hace falta resaltar que Asturias concentra industrias electrointensivas?", se ha preguntado.